El presente foto-ensayo puso foco en los territorios no-metropolitanos; regiones compuestas por ciudades, pueblos, caseríos y localidades rurales que coexisten en relaciones de cooperación, conflicto e influencia; en ellos, se analiza cómo las redes que los conectan se han visto transformadas por la masificación de tecnologías móviles de comunicación. El objetivo es explorar el rol que cumplen los teléfonos inteligentes en el incesante flujo de personas, bienes e información, y analizar las características de estas nuevas movilidades en la región del Maule.
Metodológicamente, el estudio trabajó con una selección de casos basada en criterios simples. Se distinguieron prácticas específicas relacionadas al uso del celular en un contexto de flujos territoriales, y se buscó a diversas personas que las realizaran en su vida cotidiana, procurando diversidad geográfica, etaria y de género.
El ensayo destaca cómo la introducción de esta tecnología ha producido nuevas formas de ser adolescente, periodista, temporera o feriante, y nuevos modos de hacer familia, negocios o política. En cuanto a la dimensión espacial, aunque los teléfonos inteligentes han eliminado ciertos viajes y creado otros, su principal efecto es que han transformado el modo en que las personas realizan sus movimientos cotidianos, intensificando temporalmente las tramas que conectan localidades distantes. A continuación, ocho perfiles y veinticuatro fotografías que anuncian el arribo de una nueva subjetividad.
Investigador responsable: Ricardo Greene
Ayudantes de investigación: María Paz Rojas Morales (entrevistas) y Guillermo Calderón (fotografía)