
Este estudio busca comprender qué factores favorecen la transformación manual de los entornos domésticos. Nos interesa analizar cómo los espacios, herramientas, redes sociales y conocimientos influyen en la realización de estas prácticas. Para ello, realizaremos entrevistas, observación y documentación de intervenciones manuales en los hogares de personas que realizan estos cambios de manera habitual.

La exposición tuvo por finalidad difundir a un público general el lugar central que ha ocupado la reutilización en la vida cotidiana, a partir de la visibilización de los cientos de usos alternativos que se le da al papel de diario. Estonian National Museum, Tartu, Estonia (27 de Septiembre – 16 de Noviembre de 2024)

El Manual Verde es una guía práctica que entrega consejos para reducir el consumo y alargar la vida de las cosas en nuestros hogares. La mayoría de las acciones sugeridas consisten en pequeños cambios que no dependen de la economía de cada hogar y que no siempre se valoran por su aporte al cuidado de los recursos. El manual cuenta con cinco capítulos: Alimentos, Vestuario, Máquinas, Menaje, e Higiene y Cuidados.

Este artículo explora la relación entre las ecologías estéticas de hogares de distintos sectores socioeconómicos, y su disposición para conservar o descartar objetos. Más específicamente, analiza cómo las prácticas domésticas, el modo en que se produce y las formas en que mantiene el hogar pueden incidir en una mayor o menor propensión hacia formas de vida sustentables. En base a un trabajo etnográfico conducido en hogares de clase socioeconómica alta y baja de la ciudad de Santiago, pudimos distinguir tres dimensiones relevantes: la materialidad, la funcionalidad y la temporalidad. Así, mientras las casas de clase alta se caracterizan por ecologías más bien cerradas y restrictivas, que resisten fuertemente prácticas sustentables, los hogares populares presentan estéticas más abiertas, de temporalidades lineales y espacios multifuncionales que explican en buena medida su propensión hacia la coexistencia de objetos y materiales diversos.

A diferencia de lo que sucede habitualmente en lugares conectados a los flujos del capital en donde la casa constituye un espacio de consumo y tiende a ser un lugar de paso para una gran cantidad de cosas, la vivienda rural destaca por su capacidad de retener las cosas y alterar sus procesos de obsolescencia, fijándolas en un territorio dúctil y receptivo que reconoce y acepta la transformación y el deterioro de la materia.