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Temporada **2021**
No compres, no botes, imagina (catálogo)
Equipo Cosas Maravillosas

Ante las graves consecuencias ecológicas, políticas y culturales del consumismo y la obsolescencia programada, el colectivo Cosas Maravillosas invita a reflexionar sobre formas de consumo alternativo. Simulando el lenguaje de los catálogos comerciales de las grandes tiendas del retail, Cosas Maravillosas / Temporada 2021 exhibe una serie de objetos reparados, transformados y reutilizados que surgen como manifestaciones del ingenio y responden a la necesidad de sobrellevar la escasez y cuidar la economía doméstica. La selección da cuenta de la incidencia que tenemos en las vidas y en la durabilidad de las cosas, haciendo un llamado a guiarnos por una ética circular, sustentable y responsable.

Las imágenes que aquí se presentan son resultado de una investigación realizada durante 2019 en diversos hogares de las comunas de Santiago y Quilicura, en los barrios Huemul y Parinacota. Allí se realizaron entrevistas en profundidad, levantamiento fotográfico y recorridos guiados que nos permitieron comprender los espacios, los objetos y los integrantes que los conforman, así como las prácticas y afectos que los unen.

El estudio reveló la importancia que tienen las cosas en la vida cotidiana. Su gravitación explica el largo tiem- po que suelen permanecer en los hogares, sea activas, estropeadas, guardadas, reparadas o reutilizadas; más aún, vimos cómo estas cosas cobraban sentido en tanto participan de una ecología de bienes que se extiende más allá de cada hogar. También fue evidente la ética del cuidado y de conservación que buena parte de las familias otorga a las cosas; un valor que tiene dimensiones temporales y dinámicas, y que hoy se está abandonando por el reemplazo rápido de bienes descartables.

Tomando distancia de corrientes como el minimalismo o prácticas como el reciclaje, este proyecto rescata el ingenio tradicional de quienes fabrican y diseñan sus propios hogares. Acciones como las aquí expuestas antes recorrían toda la sociedad, pero hoy se encuentran lamentablemente encapsuladas en sectores precarizados, los que no tienen más alternativa que arreglárselas con lo que hay a mano. La urgencia del cambio climático y lo absurdo del sistema económico nos invitan a revalorarizar esas formas de reparar y reinventar, así como a encontrar otras nuevas. No queda tiempo, el momento es ahora.